El Patio de los Leones pertenece a la Alhambra de Granada, que se construyó durante el periodo del Arte Nazarí, en el siglo XIV.
Las obras arquitectónicas del arte musulmán no se caracterizan por el deseo de su permanencia en el tiempo; al contrario, se reutilizaban elementos de otras construcciones o se utilizaban materiales pobres, como ladrillo, yeso o escayola en lugar de piedra, para poder construir a la máxima velocidad posible. La riqueza de este arte radica en su decoración, y en especial la del arte Nazarí es muy rica, dado que es un símbolo de la prosperidad económica y cultural de la ciudad de Granada.
El Patio de los leones es un patio porticado en forma de cruz que distribuye las diferentes estancias del palacio. Podemos encontrar elementos característicos de todo el arte hispanomusulmán, como es la utilización de la decoración epigráfica (versos del Corán) y ataurique (elementos vegetales), dado que la religión islámica es iconoclasta y no permite la representación de figuras humanas. Además también podemos apreciar el horror vacui de las paredes, en los pilares entre los arcos y los capiteles de las columnas.
Los arcos que se utilizan son muy variados. Algunos tienen mucha luz y son y de medio punto, otros son muy estrechos y tienen un gran peralte (el arco no arranca desde el capitel de las columnas, sino que está elevado) y otros tienen decoración de mocárabes propios del arte nazarí (elementos decorativos que imitan estalactitas con formas geométricas) y arcos festoneados, con muchos y pequeños polilóbulos en el intradós, (parte interior del arco). Las columnas también tiene la forma típica nazarí: son muy finas, tienen varios collarinos en la parte superior, los capiteles tienen forma cúbica con decoraciones epigráficas y están dispuestas de una en una y de dos en dos, (geminadas). Encima de los arcos hay una decoración de rombos con los lados polilobulados, que recuerdan los paños de sebka que se encuentran en las construcciones almohades.
Las cubiertas son planas y están formadas por vigas de madera a dos aguas, recubiertas de tejas hacia el exterior.
Las paredes de detrás del pórtico también tienen la decoración típica nazarí. La parte superior del muro está recubierta de estuco (una pasta de mármol y cal), con decoración de ataurique, epigráfica y de lacería (con elementos geométricos). Y la parte inferior esta recubierta de cerámica vidriada mediante la técnica del alicatado, con decoración de lacería y formas poligonales.
En el centro del patio encontramos las famosa fuente circular rodeada de doce leones de mármol.
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